El Comité de la Internacional Socialista para América Latina y el Caribe, reunido en Lima los días 6 y 7 de mayo de 2005, reafirma su compromiso de luchar por que en cada uno de nuestros países se afirme la democracia social, una democracia plena, entendida como un sistema de participación de todos.
Entendiendo la gobernanza como un concepto vinculado estrechamente a la justicia social; al fortalecimiento de la democracia; a la inclusión de los pobres, de las juventudes y de la mujer; a la generación del empleo con dignidad y al respeto del medio ambiente; considerando al desarrollo sostenible como eje básico de nuestra propuesta, ratificamos nuestra vocación por la construcción de una América Latina y el Caribe solidaria y con un rol fundamental en la construcción de una sociedad global en función de los derechos humanos fundamentales.
En lo regional, nos ratificamos en la imperiosa necesidad de la integración de nuestros pueblos, en el fortalecimiento de los sistemas de partidos; asumimos como horizonte la construcción de una comunidad política y una negociación colectiva de los tratados de integración más allá de una lógica comercial, considerando que estos tratados son inviables si no incluyen en la agenda aspectos sociales, culturales y políticos, y sobre todo, si no se garantizan políticas de protección a los sectores más desfavorecidos.
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