Declaración

Por un cambio progresista, paz y estabilidad en el Mediterráneo, 5 de junio de 2012


Los partidos socialistas democráticos del Mediterráneo nos hemos reunido en Madrid el 5 de junio de 2012, en el seno del Comité Mediterráneo de la Internacional Socialista, para debatir en torno al proceso de enorme transformación en marcha en nuestra región, las vías para asegurar su paz, estabilidad y progreso, y la definición de una relación euromediterránea que actúe como motor del cambio progresista.

Desde la última reunión de este Comité, la región ha vivido una serie de eventos históricos protagonizados por los pueblos de los países árabes que la componen que, bajo la denominación común de Primaveras Árabes, suponen un profundo cambio en la vida de millones de ciudadanos y ciudadanas, y constituyen el acontecimiento geopolítico más importante del último cuarto de siglo.

Tras décadas de represión e injusticia, una ola de esperanza y dignidad ha recorrido el mundo árabe, inaugurando un nuevo tiempo para las sociedades involucradas y para el conjunto de la región mediterránea y del mundo. Las aspiraciones legítimas que han sustentado y sustentan los distintos procesos de cambio no deben verse frustradas.

La Internacional Socialista, y en particular este Comité, están intensamente comprometidos con los actores democráticos que protagonizan las revoluciones y movimientos de cambio en cada uno de los países, y seguirá dando todo su apoyo con el fin de avanzar en transiciones democráticas, justas, inclusivas y duraderas. En este sentido, este Comité asume como propias las Declaraciones del Comité Especial de la Internacional Socialista sobre el Mundo Árabe.

En el último año y medio, la realidad de la región se ha visto transformada de forma radical. En cuatro países -Túnez, Egipto, Libia y Yemen- el levantamiento de sus sociedades ha propiciado el fin de cuatro dictadores; otros países –como Marruecos y Jordania- han iniciado nuevos procesos de reformas en respuesta a la demanda de sus ciudadanías; en otros rincones de la región, varios pueblos –como el sirio, el bahreiní o el palestino- siguen luchando por sus derechos, en algunos casos bajo insoportables niveles de violencia.

Conscientes de la enorme variedad de circunstancias que recorren la región y de la particularidad de cada país y de cada transición, este Comité establece una serie de principios y objetivos comunes que habrán de guiar su labor en relación a su apoyo a los procesos democráticos en marcha y futuros:

a) el compromiso con elecciones democráticas libres y justas
b) el respeto a derechos y libertades fundamentales de todos los ciudadanos
c) la defensa de una clara separación de poderes en los sistemas políticos resultantes, y el pleno desarrollo del Estado de derecho abierto y transparente
d) la defensa de sociedades plurales e inclusivas, el respeto a las minorías y a la libertad religiosa y el desarrollo de Estados laicos
e) el impulso decidido a la igualdad de género, el empoderamiento de la mujer y su plena participación en la vida social, económica y política
f) el apoyo a la libre organización de la sociedad civil, con especial atención a la participación de jóvenes y mujeres
g) la unión de las fuerzas socialistas y progresistas, y el desarrollo de partidos políticos sólidos e inclusivos
h) el impulso a la igualdad de oportunidades y a sistemas redistributivos justos en el desarrollo de Estados del Bienestar que provean de servicios esenciales al conjunto de la ciudadanía y en particular a los más desfavorecidos

Como marco y herramienta fundamental para el éxito de su trabajo, este Comité seguirá impulsando todos los mecanismos de diálogo euromediterráneo. En esta nueva etapa se abre una enorme ventana de oportunidad para el proceso euromediterráneo, del que los socialistas de la región hemos sido históricamente impulsores y defensores.

La UE tiene un papel fundamental que jugar dando apoyo económico y político a las democracias emergentes. La consolidación de estos esperanzadores procesos de transición va a depender en gran medida de la viabilidad económica de las nuevas sociedades y de la capacidad de los nuevos gobiernos para volver a generar riqueza y distribuirla de forma equitativa entre su ciudadanía.

Aprendiendo de los errores del pasado, es necesario establecer unas nuevas relaciones entre el norte y el sur del Mediterráneo y Oriente Medio basadas en la comprensión y el respeto mutuo, en las que prevalezcan los valores democráticos sobre cualquier otro interés y que contribuya al desarrollo equilibrado y compartido de toda la región.


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La ola de cambios que recorre el mundo árabe hace si cabe más urgente la necesidad de dar pasos definitivos en la resolución del conflicto palestino-israelí. Este nuevo contexto regional ha de ser visto por todas las partes como una gran oportunidad para la paz.

El Comité Mediterráneo renueva su apoyo a una paz justa, global y duradera en base a dos Estados, con dos capitales en Jerusalén, que convivan en paz y seguridad, con fronteras definidas de acuerdo con las vigentes en 1967 –con los intercambios de territorios que se acuerden entre las partes- y que coexistan con pleno respeto a la integridad de los derechos de sus ciudadanías, ya que la paz es la mejor garantía de seguridad para Israel, como la soberanía, el desarrollo y la democracia lo son para Palestina.

Por ello, el Comité reitera su firme compromiso con el reconocimiento por parte de la comunidad internacional del Estado Palestino y su ingreso en Naciones Unidas, de acuerdo con su derecho a la autodeterminación, libertad, justicia y dignidad.

El Comité Mediterráneo insta a las partes a redoblar todos los esfuerzos en favor del diálogo y la reanudación de las negociaciones directas, absteniéndose de realizar ningún gesto que ponga en riesgo la viabilidad de la solución de dos estados. En este sentido, expresamos nuestra rotunda condena a la ilegal política israelí de asentamientos en Cisjordania, incluyendo Jerusalén Este, lo cual constituye un serio obstáculo a la paz.

El Comité subraya asimismo la importancia de consolidar la reconciliación del pueblo palestino, como pilar principal de un Estado de Palestina viable, y apoya la determinación del Presidente Abbas de celebrar elecciones este año.


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El Comité urge a Marruecos y al Frente Polisario a continuar negociando una solución pacífica y duradera del conflicto en Sahara Occidental bajo los auspicios de las Naciones Unidas y reitera su apoyo a los derechos del pueblo Saharaui a la autodeterminación, como fuera expresado por el Consejo de la IS en Atenas el año pasado. La Internacional Socialista continuará trabajando con todos los actores en favor de la democracia y los derechos humanos.


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En relación a la cuestión de Chipre, nuestro Comité continúa considerando el statu quo actual en la isla inaceptable y expresa su gran decepción por el fracaso de las conversaciones lideradas por la ONU para ofrecer una solución. La resolución de la cuestión de Chipre tendrá un importante impacto positivo en la paz y la estabilidad regionales, así como en su desarrollo económico. Por consiguiente, instamos a las partes involucradas a que intensifiquen sus esfuerzos para alcanzar una solución justa y la unificación de la isla.


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Este Comité, profundamente consternado por la dramática situación que se vive en Siria, quiere mostrar su total solidaridad con las víctimas inocentes de la brutal represión que el régimen de Al Assad ejerce contra su propio pueblo. Renovamos nuestro compromiso inquebrantable con la ciudadanía siria que lucha por su libertad y por la democracia, y nuestro apoyo a los esfuerzos de Naciones Unidas y de la Liga Árabe, en particular al plan de Kofi Annan.

La Internacional Socialista, preocupada ante la posibilidad de que el conflicto se precipite hacia una guerra civil abierta, exhorta a los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y muy en particular a Rusia y China, a adoptar las medidas necesarias para asegurar: la protección e integridad del pueblo sirio; el pleno y libre acceso de la ayuda humanitaria; la investigación independiente de las graves violaciones de derechos humanos contra la población civil y la solicitud de que Bachar el Asad y otros responsables respondan por ellas ante el Tribunal Penal Internacional; la apertura de un proceso de transición pacífica a la democracia por medio de un diálogo nacional e inclusivo que tenga como único protagonista al propio pueblo sirio, apoyando la acción conjunta y coordinada de toda la oposición democrática.


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Asimismo, durante el debate de esta sesión, el Comité ha prestado especial atención a la situación del Sahel, tanto en la dimensión de la seguridad de la región, incluyendo el problema del terrorismo, como en relación a la grave crisis alimentaria que atraviesan diversos países y que, según la ONU, afecta a más de 15 millones de personas, siendo más de un millón los niños que padecen desnutrición severa. El Comité insta a la comunidad internacional a abordar con decisión medidas dirigidas a paliar las consecuencias de la grave sequía, a la que hay que sumar las consecuencias sobre la población de varios conflictos armados.


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Los socialistas del Mediterráneo renovamos hoy nuestro compromiso para estrechar aún más nuestra colaboración y trabajar de forma conjunta y con una estrategia común en pos de objetivos compartidos como el desarrollo democrático, el progreso y la justicia social en toda la región. Expresamos todo nuestro apoyo y solidaridad a nuestros partidos hermanos que próximamente han de encarar procesos electorales, y en particular al PASOK, en unas cruciales elecciones no sólo para el futuro de Grecia sino para el conjunto de la UE, y por ende del Mediterráneo.



ANEXO

Con ocasión de la reunión del Comité Mediterráneo de la Internacional Socialista en Madrid el martes 5 de junio, se ha celebrado el Primer Encuentro Oficial del Grupo de Contacto sobre la situación del Sahara Occidental, establecido por el Consejo de la Internacional Socialista.

Este encuentro, presidido por Elena Valenciano, Presidenta del Comité, contó con la participación del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP) de Marruecos, el Frente Polisario del Sahara Occidental y el Frente de Liberación Nacional (FLN) de Argelia, en presencia del Secretario General de la Internacional Socialista, y acordó “acompañar el proceso de negociación entre las partes en el marco de Naciones Unidas; contribuir desde el compromiso democrático y socialista a que las partes avancen en la búsqueda de soluciones compartidas y mutuamente aceptables por un futuro de paz, conforme al derecho internacional; y desplegar iniciativas propias que coadyuven a la resolución del conflicto”.

 

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