Declaración de Split

Reunión del Comité Mediterráneo de la IS, Split, Croacia, 10-11 de octubre de 2003

Reunido en Split, los días 10 y 11 de octubre de 2003, en un momento de gran importancia para la comunidad internacional ante los acontecimientos que están sucediendo en Iraq y Oriente Medio, el Comité Mediterráneo de la Internacional Socialista:

  • Constata que el Mediterráneo se ha convertido en el centro de la crisis mundial, donde se desarrollan dos de los conflictos más graves que están teniendo lugar en la esfera internacional. Al mismo tiempo, el Mediterráneo se enfrenta a grandes desafíos como son la seguridad, la paz y la guerra, el desarrollo sostenible o la relación entre democracia y desarrollo.
  • Reconoce a su vez que el Mediterráneo es un ámbito de grantes potencialidades en el que conviven pluralidad de culturas, lenguas, religiones, y tradiciones con voluntad de crear espacios de cooperación e integración más comprometidos en un mundo cada vez más globalizado.
  • Reconoce la importancia de los procesos de integración para la solución de los conflictos económicos, sociales y políticos condicionados a su vez por el fenómeno de la globalización que ofrecen tanto ventajas como inconvenientes al desarrollo de los mismos.
  • Constata que el proceso euromediterráneo que pronto cumplirá 10 años es el marco idóneo y único adecuado para avanzar en el proceso de cooperación económico sociocultural y de manera especial en la cooperación política entre los países que conforman la región. Es necesario un esfuerzo y voluntad mayores para avanzar decididamente en la puesta en práctica de los acuerdos prestando una especial atención a la participación e integración de las mujeres en el proceso de establecimiento de la paz y el desarrollo.
  • Considera que esta fórmula de cooperación no sólo es posible y necesaria sino que también debe estar basada en el diálogo y la confianza mutua. Por ello es necesario impulsar la integración regional entre los países de la zona Sur del Mediterráneo que participan en el Proceso de Barcelona, eligiendo su propio modelo de integración.
  • Entiende que el equilibrio y la estabilidad de la región pasan por un trabajo intenso por la paz y la seguridad en la zona, ambas orillas del Mediterráneo pueden y deben contribuir a ese equilibrio y en el propio interés de ambos debe ser armónico. Existen elementos más que suficientes para pronosticar un futuro muy incierto si persisten las situaciones estructuralmente injustas que afectan a la ribera sur.
  • El tercer pilar, el correspondiente al partenariado social y humano debe ser reforzado y promocionado con el objetivo de reforzar los valores comunes, respeto y comprensión garantizando así un equilibrio entre partenariado económico y sociocultural.
  • Considera que la crisis abierta desde el estallido de la guerra de Iraq ha puesto de nuevo sobre la mesa la necesidad de reformar las instituciones multilaterales para hacerlas más democráticas y eficaces, adaptándolas a las nuevas realidades y desafíos del siglo XXI. La lucha contra las nuevas amenazas a la libertad, la democracia y los derechos humanos, como son el terrorismo, las mafias de la inmigración ilegal, el crimen organizado, el hambre, el sida, deben basarse en un concepto de seguridad democrática global.
  • Expresa su inquietud por la situación política que está viviendo Argelia y manifesta su solidaridad con el pueblo argelino.
  • Aplaude la buena marcha del proceso político en Chipre, reafirma la resolución sobre Chipre adoptada en la reunión de Toledo de este Comité y su posición de que una solución al problema de Chipre debe estar basada en las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y de acuerdo a los principios de la Carta de la ONU, del derecho internacional y del ‘acquis communautaire’.
  • Observa con esperanza la Resolución de Naciones Unidas en el conflicto el Sahara Occidental que tiene por objeto encontrar una solución en el marco del derecho internacional.
  • Observa con preocupación la imponente realidad de la actual situación en la que se encuentra la Hoja de Ruta, condenando las declaraciones de los responsables israelíes en las que no excluyen la eliminación física o la expulsión del presidente de la Autoridad Palestina. Además, el Comité condena el reciente ataque aéreo israelí contra Sitia, un país soberano, que corre el riesgo de internacionalizar del conflicto, y es una violación del derecho internacional.
  • El Comité Mediterráneo insta a las partes a practicar una racionalidad política que conduzca a la coexistencia, la convivencia y cooperación de dos pueblos y de dos Estados, el israelí y el estado palestino soberano y viable de acuerdo con el derecho internacional, rechazando cualquier tipo de actitudes extremistas y de violencia contra ambas poblaciones, incluyendo la construcción del muro en territorio palestino.