Resolución sobre la situación en el Sureste de Europa y en los Balcanes

CONSEJO DE ROMA, 21-22 de enero de 1997

(original italiano)

El Consejo de la Internacional Socialista, reunido en Roma los días 21 y 22 de enero de 1997,

De acuerdo con las acciones emprendidas por la Internacional Socialista durante los últimos años, y compartiendo las orientaciones e iniciativas que el Comité de la IS para Europa Central y Oriental, SICEE, ha venido desarrollado constantemente a fin de lograr la paz en Bosnia y la estabilidad democrática en Europa sud-oriental y en los Balcanes:

1. Constatando con satisfacción que el cese de la guerra en Bosnia-Herzegovina lleva más de un año, y que los Acuerdos de Dayton y París se van cumpliendo gradualmente:

Reafirma su apoyo a la aplicación de los acuerdos de paz, y constatando las dificultades que han tenido que enfrentar, reitera la necesidad de que la comunidad internacional continúe apoyando este proceso, financiando la reconstrucción de los diferentes territorios en Bosnia, y haciendo todo lo necesario a fin de que Bosnia pueda existir como un Estado unitario, secular y pluralista;

Saluda la creación de instituciones unitarias en Bosnia, elegidas el 14 de septiembre y estima necesario fijar una fecha para la realización de elecciones municipales con una efectiva supervisión internacional y con garantías de acceso a los medios de comunicación para todos los participantes en el proceso electoral;

Comparte el compromiso de la comunidad internacional de apoyar al proceso de paz, especialmente a la misión SFOR y a la presencia de contingentes de policía internacionales, y de acelerar la aplicación de los programas de reconstrucción y de ayuda económica;

Estima que debe acelerarse el regreso a sus hogares de los refugiados en todos los territorios, condición indispensable para el restablecimiento de la coexistencia pacífica y la multietnicidad, y para garantizar el futuro unitario de Bosnia;

Reafirma su pleno apoyo al Tribunal Internacional de La Haya y confirma que los criminales de guerra deben ser arrestados y presentados a la justicia, y estima de gran importancia la urgente instalación de estructuras de atención médica mental y física para aquéllos que han sufrido crímenes de guerra, especialmente las mujeres y los niños;

Expresa su preocupación por los obstáculos impuestos a la libertad de movimiento y solicita a las autoridades que la permitan en todos los territorios de Bosnia;

Espera que las negociaciones sobre el corredor de Brcko logren encontrar una solución recíprocamente satisfactoria;

Espera además que se aseguren los medios suficientes a la administración Untaes en Eslavonia oriental hasta el fin de su mandato, y que se establezca un acuerdo consensuado entre las partes a fin de redifinir la organización territorial de esa región y defender los derechos de la minoría serbia.

2. Convencida de que la paz y la estabilidad requieren una plena evolución democrática en todos los Estados nacidos después de la disolución de la antigua Yugoslavia:

Expresa su preocupación ante la grave crisis política e institucional en Belgrado;

Expresa su solidaridad con las fuerzas de la oposición y con el movimiento estudiantil, que con su acción han proyectado una imagen nueva y democrática de Serbia;

Demanda a las autoridades de Belgrado que acepten la recomendación de la OSCE y que reconozcan en su totalidad los resultados de las elecciones locales del 17 de noviembre, y en particular la victoria de la oposición en las ciudades indicadas en el informe González;

Estima que, luego de este reconocimiento, se debe iniciar un diálogo entre el gobierno y la oposición con miras a definir las reglas y las etapas de la transición democrática y, en particular, una nueva ley electoral, garantías para la libertad de información, y procedimientos transparentes para las elecciones previstas para 1997;

Estima también que el reconocimiento de las elecciones del 17 de noviembre y el comienzo del diálogo, pueden favorecer la aceleración de la reintegración de la República Federal de Yugoslavia a las instituciones internacionales;

Solicita un examen de la regularidad con que fueron efectuadas las elecciones también en Montenegro;

Subraya además que una evolución democrática en la Federación Yugoslava podría permitir que el tema de Kosovo fuera tratado bajo términos nuevos y negociados, aceptables para la mayoría albana y la minoría serbia en Kosovo;

Espera que las elecciones municipales del próximo mes de marzo en Croacia sean la ocasión para consolidar definitivamente las instituciones democráticas, la libertad de los medios de comunicación y el reconocimiento de la autonomía de las instituciones locales;

Espera también que las fuerzas de la oposición democrática y los partidos de inspiración socialdemócrata, y en particular el Partido Socialdemócrata, SDP, que obtuvo un resultado significativo en las elecciones municipales de 1995, puedan presentarse a los electores como una alternativa posible del sistema actual;

Solicita al gobierno croata que respete la voluntad expresada por los electores y permita a la oposición gobernar finalmente en Zagreb;

Solicita al gobierno croata favorecer el retorno de los ciudadanos de origen serbio;

Subraya el rol decisivo que ha desempeñado la Unión Europea, con una estrategia regional de acuerdos de cooperación y de asociación, que le ha permitido participar de una manera decisiva en el crecimiento económico y en la estabilización democrática de los países de la región;

Subraya además que las instituciones regionales, como el INCE, el Consejo de Cooperación del Mar Negro y la SECI, pueden desempeñar un papel de cohesión, cooperación e integración entre las naciones de la región.

3. Observando los acontecimientos en curso en los otros países de los Balcanes:

Saluda los positivos desarrollos en las relaciones entre Atenas y Skopje y desea que las negociaciones en curso, bajo los auspicios de la ONU, lleven a lograr rápidamente una plena normalización de las relaciones entre los dos países;

Expresa su satisfacción ante la victoria de las fuerzas democráticas en las recientes elecciones en Rumania y saluda calurosamente el éxito de la Unión Socialdemócrata y de sus líderes Petre Roman y Sergiu Cunescu;

Observa con preocupación los acontecimientos que se desarrollan en Bulgaria y espera que se dé comienzo a un diálogo entre las partes para determinar el calendario y las modalidades de nuevas elecciones que puedan permitir a los ciudadanos búlgaros decidir quién gobernará a su país en los próximos años;

Estima que en Albania, después de la grave crisis causada por el grave fraude electoral luego de la elecciones generales de mayo de 1996, las elecciones municipales del 20 al 27 de octubre representaron un primer paso que ahora requiere la iniciación de un diálogo entre gobierno y oposición, una nueva Constitución y, eventualmente, nuevas elecciones.

Al proseguir la acción política y organizativa de estos últimos años, la Internacional Socialista y sus partidos se comprometen a apoyar en todos los países a las fuerzas y partidos de inspiración progresista y socialdemócrata, en la seguridad de que hoy día, más que nunca antes, las políticas y los programas del socialismo democrático son esenciales para lograr un justo crecimiento económico y una total estabilidad democrática en Europa Sudoriental y en los Balcanes.