1. En estos momentos en que se realiza el Congreso de la Internacional Socialista, parte del territorio de la República Democrática del Congo se encuentra ocupado por el ejército ruandés en clara violación de la Carta de las Naciones Unidas y de todos los instrumentos de derecho internacional que rigen las relaciones entre Estados.
2. A través de esta ocupación, nuestros agresores violan a nuestras jóvenes y madres, saquean nuestros recursos naturales y masacran a nuestras poblaciones diariamente en la total indiferencia de la Comunidad Internacional.
3. La invasión de nuestro país por Ruanda provocó un drama humanitario que obligó a más de
200.000 de nuestros compatriotas a huir de los horrores del terrorismo en las zonas de combate. Se encuentran fuera de sus hogares sin techo, comida o atención adecuada. Esta situación de guerra injusta impuesta a nuestro país por Ruanda amenaza la paz, socava la estabilidad de nuestras instituciones y marca un freno a la democracia. Pone en peligro los logros de la alternancia democrática conquistados a costa de la feroz lucha que ha protagonizado nuestro pueblo durante décadas.
4. Mientras tanto, nuestro país se ve impedido de defenderse de sus agresores. Nos impone un régimen de notificación de compra de armas por parte de Naciones Unidas que, al mismo tiempo, reconoce la superioridad militar del movimiento terrorista M23, apoyado por Ruanda, que dispone de armas más sofisticadas que las que posee la Misión de Naciones Unidas ( MONUSCO) en la República Democrática del Congo! La pregunta que nos hacemos es ¿saber por qué mecanismos, el M23, un movimiento terrorista, además sancionado por la ONU, obtiene estas armas cuando nuestro país, un Estado soberano, está sujeto a un régimen de restricción?
5. Para el pueblo congoleño, esta obligación de notificación impuesta a nuestro país no es más que un embargo que no dice su nombre.
6. Así la Unión para la Democracia y el Progreso Social, UDPS por sus siglas, solicita a la Internacional Socialista que adopte una resolución de apoyo al pueblo de la República del Congo, cuyo contenido es el siguiente:
I. Exigir al gobierno ruandés que retire inmediatamente sus tropas del M23 del territorio congoleño y obtener el cese de la agresión de nuestro país por parte de su ejército;
II. Obtener, sin condiciones, el fin de la violencia ejercida contra el pueblo congoleño por los diversos grupos armados muchas veces apoyados por poderes ocultos en el este de nuestro país;
tercero Brindar apoyo a las gestiones diplomáticas del Gobierno de la República Democrática del Congo a fin de obtener el levantamiento inmediato del régimen de notificación de compra de armas impuesto a nuestro país por Naciones Unidas.